Por Juan Carlos Maimone
Andalucía es una tierra que no sólo irradia alegría por los cuatro costados, sino que también la contagia entre la gente…
Sabemos que cada persona es diferente; no obstante, hay rasgos comunes de la personalidad que marcan la identidad de cada región de España.
No se trata de tópicos, sino de señas que permiten reconocer a los habitantes de un lugar.
Nadie puede discutir que en el sur de España hay gracia más que de sobra. Las chirigotas dan buena fe de ello, aunque no hace falta esperar a los carnavales para que nos hagan reír, en cualquier momento te pueden contar los mejores chistes.
Y si el chiste es malo, lo convierten en bueno simplemente con su forma de contarlo.
Los andaluces son abiertos y sociables y siempre están dispuestos a ayudar.
Además; el clima de Andalucía y el carácter de sus habitantes tienen algo en común: su calidez. El andaluz sabe degustar los pequeños placeres del día a día, sólo que en Andalucía los pequeños placeres, por sencillos que sean, se convierten en grandes.
Hasta en las situaciones más adversas, son capaces de ver el lado bueno de las cosas y mirar hacia adelante. Si no lo encuentran, tiran del humor para llevarlo mejor. Y si hace falta, se ríen de sí mismos.
Pero que hacer en esta tierra de ensueño del Sur español…? Disfruta de una puesta de sol desde el mirador de San Nicolás, en Granada, podrás ver cómo el sol se esconde en el horizonte de la Alhambra o saborear las tapas típicas.
Date un baño en la playa de La Caleta (Cádiz); una playa «de película» porque en ella se han rodado muchas importantísimas como Alatriste o Manolete. Tienes que ver un espectáculo típico de flamenco en alguno de los locales con más solera. ¡Saldrás maravillado!
Y para visitar; nada como Ronda (Málaga) todo un pueblo pendiendo en el abismo o el Parque Nacional de Doñana, situado entre dos continentes y entre el Atlántico y el Mediterráneo, que es otra de las grandes maravillas naturales a visitar en Andalucía.
Las playas vírgenes de Cádiz, su arena fina y aguas cristalinas de la costa gaditana son perfectas para relajarse después de una ruta por el sur de España.
Pero en eso de andar y desandar suelo andaluz, a mí en lo personal, me fascinó San Lucar de Barrameda. Allí en la misma desembocadura del Guadalquivir con 6 kilómetros de playas increíbles, se encuentra esta ciudad preñada de la historia más pura.
El Palacio de Orleans-Borbón (hoy ayuntamiento), la basílica de Nuestra Señora de la Caridad (patrona de San Lucar) en el Barrio Alto, el Barrio Marinero, sus restaurantes, su música y su gente o el Mercado de Abasto en la Calle Ancha entre la Plaza San Roque y la Plaza del Cabildo.
Sin embargo; uno de los lugares más impactantes en el Palacio Medina-Sedonia, desde donde se puede ver una panorámica de la ciudad y desde donde la reina Isabel La Católica vio el mar por primera vez.
Andalucía, una tierra tocada por la mano de Dios, uno de los lugares más hermosos de toda España o como en tiempo decidí llamar, mi lugar en el mundo…
