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Detroit y la eterna batalla de Cadillac contra Lincoln

by enrique
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Cadillac ha superado casi siempre a Lincoln en tĆ©rminos de ventas. La marca de lujo de General Motors esculpe constantemente una porciĆ³n mĆ”s grande del mercado nacional y ha logrado hacer incursiones mundiales. La divisiĆ³n de lujo de Ford no lo ha hecho.

En China, por ejemplo, Cadillac vendiĆ³ 228,043 unidades el aƱo pasado, mientras Lincoln solo pudo vender 55.315.

La competencia en Estados Unidos estĆ” mas activa, ya que el aƱo pasado General Motor vendiĆ³ 154,702 Cadillac y Lincoln unos 103,587.

Cadillac estĆ” construyendo modelos mĆ”s agresivos y deportivos, pasando de su posicionamiento tradicional a un espacio mĆ”s concurrido, donde los fabricantes de automĆ³viles alemanes tienen un dominio absoluto.

En cada presentaciĆ³n escuchamos a los ejecutivos de Cadillac predicar sobre su futuro como ver a Cadillac como el BMW estadounidense. Solo en sueƱos pasarĆ”.

Lincoln tambiƩn ve una grieta donde puede penetrar y solo quiere producir autos de lujo, lo que le permite posicionarse como la marca de confort ante compradores que son fieles a los fabricantes americanos.

Cadillac se ha equivocado y esta ha estado perdiendo terreno en AmƩrica del Norte, mientras que Lincoln se ha mantenido relativamente estable, por lo que es una batalla mucho mƔs interesante entre las dos marcas.

Cadillac todavƭa usa los nombres alfanumƩricos que dejan en duda a los consumidores de cual modelo es, mientras Lincoln se ha alejado de ellos.

Si uno le pregunta a un habitual comprador de Cadillac, que motor y en que segmento se vende el XT6, muy probable que no tenga idea. Pero un comprador de Lincoln sabe que el Aviator es un Ford Explorer disfrazado y mƔs lujoso.

En algunos casos los compradores encuentran que numerarĀ los automĆ³vilesĀ es Ćŗtil, pero para los vehĆ­culos lujosos, creen que estos merecen nombres.

Lincoln tambiĆ©n se volviĆ³ alfanumĆ©rico durante varios aƱos, pero ha cambiado de rumbo y estĆ” reemplazando lentamente la confusa sopa de letras con nombres reales con un tema nĆ”utico: Navigator, Aviator, Nautilus y Corsair.

Dependientes de un modelo

Los ejecutivos de Lincoln reconocen que mucho depende del Aviador. El presidente Joy Falotico dijo que podrĆ­a convertirse en el modelo estadounidense mĆ”s vendido de la marca, un tĆ­tulo que posee el mĆ”s pequeƱo Nautilus. El problema que el Aviator saliĆ³ defectuoso de fĆ”brica.

Los funcionarios de Lincoln han calificado el nuevo nombre y diseƱo del Aviator como el mejor modelo de la marca, y los diseƱadores e ingenieros se encargaron de diferenciarlo del Ford Explorer, que estƔ construido en la misma plataforma y lƭnea de ensamblaje. Pero no es asƭ.

A pesar de que se dice, que los equipos de desarrollo para los vehĆ­culos trabajaron en habitaciones separadas y no se les permitiĆ³ hablar entre ellos, los Lincoln son nada mĆ”s que Ford Fusionados con algo de lujo y mĆ”s caros.

Mientras Cadillac continĆŗe en su camino de querer competir con los automĆ³viles alemanes sin crear su propia personalidad, se ira derrumbado de a poco, dejando a clientes que ni entienden de la nomenclatura de sus vehĆ­culos.

Por el lado de Lincoln reconstruir la base de clientes de Lincoln sigue siendo la principal preocupaciĆ³n y eso significa maximizar la satisfacciĆ³n.

El fabricante dijo que enviarĆ” a algunos Aviadors de la planta de ensamblaje de Chicago recientemente remodelada a una en Flat Rock, Michigan, para unas inspecciones de calidad adicionales, ya que los modelos que han salido de Chicago en su mayorĆ­a han sido defectuosos.

Desde Detroit con amor

Detroit era una de las ciudades mƔs ricas de Estados Unidos, claro, hace sesenta aƱos atrƔs. La ciudad de la opulencia, con sus magnƭficos teatros, con las mansiones de los ejecutivos de la industria automotriz y los sedanes de lujo de 18 pies de largo, que cruzaban la avenida Woodward, muchos de ellos con el escudo de Cadillac o la cruz de Lincoln.

Los problemas raciales llevaron a Detroit a los disturbios de 1967, lo que condujo a que muchos ciudadanos y empresas, debieran retirarse desde el centro hasta los suburbios, ya que los trabajos automotrices tambiƩn se trasladaron mƔs lejos.

Luego del 67, Detroit nunca fue igual, y su declive culminĆ³ en bancarrota en 2013. Durante gran parte de las Ćŗltimas dos dĆ©cadas, Detroit ha sido mejor conocida por ser la ciudad menos amigable de los Estados Unidos.

Pero estƔ cambiando, y Detroit quiere volver a su gloria, ya que se estƔ reconstruyendo con una vertiginosa asombrosa, con variedad de nuevas empresas corporativas, nuevos restaurantes, elegantes bares, grandes cadenas de hoteles, mientras muchos constructores estƔn restaurando grandes edificios antiguos.

El edificio que da la imagen a Detroit, el Renaissance center, estuvo en manos de Ford y paso a manos de General Motors. Lo que da la idea como como puede cambiar la imagen de uno al otro.

Pero todo este proceso parece ajeno tanto a Ford que se estĆ” tambaleando, mientras General Motors estĆ” mirando un futuro con diferentes formas de movilidad.

A todo esto, tanto Cadillac como Lincoln siguen su curso normal de tratar de encontrarle la vuelta a su negocio y tener un camino directo a sus aƱos de gloria.

El futuro para las dos marcas

Cadillac conserva un nombre de Gloria, pero ya no le basta para las nuevas generaciones. Mientras Lincoln solo busca una fiel porciĆ³n del mercado.

TodavĆ­a Cadillac mantiene su sueƱo de competir con los automĆ³viles europeos, algo que cualquier ciego vaticina que ya no puede competir ni con los coreanos de lujo, mientras Lincoln solo espera quedarse con una pequeƱa porciĆ³n de segmento con modelos y servicio de lujo.

La antigua lucha entre los grandes fabricantes de modelos de lujo de Detroit, se va compactando a una pelea por un segmento que ya les estĆ” dando la espalda.

Si Cadillac seguirĆ” el camino de Pontiac y Oldsmobile y si Lincoln seguirĆ” el camino de Mercury, falta mucho por verse, pero una recesiĆ³n les puede abrir la puerta de su definitiva salida.

Por ahora habrĆ” nuevos productos por venir de Lincoln y Cadillac, ya que esta carrera estĆ” lejos de terminar. Pero lo difĆ­cil serĆ” recuperar algo de su antigua gloria, que ya se perdiĆ³ en el horizonte.

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