Las islas caribeñas del sur de Trinidad y Tobago son una lección de contraste. Trinidad, la más grande de las dos, está llena de comercio y diversidad. Un oasis cosmopolita de la cultura criolla y el lugar de nacimiento del tambor de acero y el limbo, Trinidad rebosa de recursos naturales como el gas y el petróleo.
Su eclecticismo cultural y, en algunos lugares, su asombrosa riqueza, es prácticamente incomparable en todo el Caribe. Y luego está la tranquila isla de Tobago. Justo al noreste, esta isla es rica en maravillas naturales e inmaculadas playas de arena blanca, pero carece de la personalidad urbana sofisticada de su otra mitad.
Trinidad tiene varias playas, pero son las costas de Tobago las que son más famosas por su variedad y belleza. Sus playas vírgenes bordean casi todos los lados de la isla y van desde abarrotadas hasta desoladas y festivas a románticas.
El principal atractivo de Trinidad es su exuberante flora y fauna, en particular sus ibis escarlatas, los flamencos naranja sanguina que llaman hogar a las selvas de la isla. Pero a partir de finales de febrero, la isla da un giro de 180 grados cuando se derrama brillo y sube el volumen para una de las mejores fiestas de Carnaval de todo el Caribe.
Mejores meses para visitar
La mejor época para visitar Trinidad y Tobago es de enero a mayo, cuando el cielo permanece despejado. Aunque las islas no se encuentran en el cinturón de huracanes, las lluvias de la tarde ocurren a diario de junio a diciembre. Los hoteles reducen sus tarifas para tener en cuenta el clima lluvioso durante esta temporada de lluvias.
Qué comer
Con tal mezcla de culturas presentes en las islas T&T, los visitantes encontrarán opciones de comida que van desde la criolla a la china, de las Antillas a la europea, africana a la india. Las opciones para cenar en Tobago son más asequibles, pero los expertos en viajes recomiendan los restaurantes de Trinidad, especialmente alrededor de Puerto España, para disfrutar de una buena comida.
