Rodeado por las cálidas aguas del Caribe, los Cayos Cochinos se exhibe como un auténtico paraíso en la tierra. Este archipiélago hondureño está conformado por dos islas principales y otros cayos más chicos de origen coralino.
Es el lugar ideal para disfrutar de playas de aguas cristalinas de color turquesa y una naturaleza envidiable. No en vano este destino ha sido designado año tras año como escenario para el reality “Supervivientes”. Así que, hoy te invitamos a traspasar la pantalla y adentrarte en los encantos de tan hermoso paraíso.

El archipiélago de Cayos Cochinos se localiza a 30 kilómetros de la costa norte de Honduras, y está formado por Cayo Mayor y Cayo Menor, además de un grupo de trece cayos más chicos o atolones, es decir, bancos de arena.
En Cayo Menor se ha edificado una estación de estudios científicos, así como el Centro de Visitantes de las islas.
Además, tal y como es de esperarse de un destino tan paradisíaco, la vegetación es verdaderamente abundante, aunque más conforme a la de tierra firme que a la de las otras islas de cerca. De igual manera, es normal encontrarse con la fauna salvaje del sitio que va desde las tortugas que residen en la arena de las playas hasta la popular boa de los Cayos Cochinos con su curioso pigmento rosado.

En sus playas de arena blanca no sólo se puede gozar de una desconexión total meramente reposando bajo el sol, sino que para los que quieran alguna actividad más dinámica, la riqueza del fondo marino de Cayos Cochinos nos brinda la oportunidad de hacer alguna expedición de snorkel o submarinismo.
Sus arrecifes coralinos, que pertenecen al segundo más extenso del mundo, son la morada de peces de todos los colores.

Gastronomía y cultura local
Los Cayos Cochinos igualmente nos dan la oportunidad de profundizar en la cultura local. En uno de los pequeños cayos del archipiélago residen una comunidad de pescadores garífunas, un grupo étnico descendiente de africanos e indígenas del Caribe.
Aquí el turista puede probar sabrosos platos con ingredientes frescos sacados del mar, acompañados de arroz, frijoles y rebanadas de plátano.
Asimismo, se puede probar la bebida local hecha a base de licor, raíces, hojas y cortezuela de plantas: todo un cóctel al que se le imputan propiedades medicinales y estimulantes. Y no puedes olvidar llevarte alguna de las artesanías que hacen y venden los propios locales.