Económicamente, Chiapas puede ser el estado más pobre de México, pero cuenta con largas playas de arena en el Pacífico, selva tropical humeante, montañas escarpadas y maravillosas ruinas mayas, así como una rica cultura indígena que aún está muy viva.
Vive Chiapas
La mayoría de la gente vive en el encantador pueblo colonial de San Cristóbal de las Casas con sus calles empedradas, museos e iglesias repletas de lugareños vestidos con trajes tradicionales.
Fuera de la ciudad, se pueden encontrar pueblos notables donde las iglesias coloniales son vívidamente parte de una era prehispánica, con íconos cristianos casi enterrados entre chamanes que cantan, ídolos y cientos de velas parpadeantes.
Cañón del Sumidero
El cercano Cañón del Sumidero es históricamente interesante; los indios locales optaron por saltar sobre su borde en lugar de someterse al dominio español, hoy es un refugio para la vida silvestre.
Ruinas Mayas
Chiapas también alberga algunas de las ruinas mayas más famosas del país, todas a poca distancia en automóvil de San Cristóbal o accesibles por aire desde la Ciudad de México hasta el aeropuerto de Villahermosa.
Palenque, místico y selvático, es el sitio más grande y famoso que una vez dominó un área que se extendía a lo largo de la llanura costera hasta el Golfo de México. Respaldado por las montañas de Chiapan, fue el hogar de decenas de miles de personas y es un vórtice espectacular de historia, mito y realidad.
El entorno es verdaderamente mágico: justo en el corazón del bosque, rodeado por el chillido de las aves tropicales y los gruñidos guturales de los monos aulladores. Si te tomas un momento para imaginar, puedes transportarte fácilmente en el tiempo.
Las ruinas de Yaxchilán y Bonampak están más alejadas de los caminos trillados, pero vale la pena visitarlas para cualquier persona interesada en la historia de esta fascinante cultura.