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Jerusalén está suspendida en medio de muchos puntos de vista diferentes. En primer lugar, sirve como la Ciudad Santa para las tres principales religiones occidentales: el cristianismo, el judaísmo y el islam. Las calles estrechas y los callejones que conforman la Ciudad Vieja que parece un laberinto resuenan con los sonidos de la espiritualidad.
Las oraciones en hebreo susurradas por los residentes ortodoxos en el Muro de los Lamentos, se mezclan con el inquietantemente llamado musulmán a la oración que suena desde el Monte del Templo.
Las voces de todos barrios son acompañadas por las campanas melódicas de la iglesia cristiana del Santo Sepulcro.
Para muchos visitantes, el rumor de una presencia Todopoderosa constante de repente se vuelve muy real; incluso el no creyente más inflexible encontrará difícil negar que hay algo etéreo en Jerusalén.
Más allá de los muros históricos de la Ciudad Vieja se encuentra una metrópolis bulliciosa donde los estilos de vida tradicionales chocan con desarrollos cosmopolitas.
Jerusalén occidental está repleta de restaurantes y bares de moda, mientras que Jerusalén oriental resuena con los gritos de los vendedores del mercado. Las diversas ofertas de la ciudad han transformado Jerusalén de un lugar de peregrinación a un destino vacacional completo.
Los mejores meses para visitarla
Los mejores momentos para visitar Jerusalén son de abril a mayo y de octubre a noviembre, cuando el clima es templado y las multitudes son escasas.
Sin embargo, asegúrese de cotejar las fechas de su viaje con las principales celebraciones judías, como los Días Santos Mayores, Sukkot y la Pascua. Un fuerte aumento del tráfico de visitantes hace subir los precios de los hoteles durante estas vacaciones.
El verano es la temporada alta de turismo en Jerusalén, a pesar de las temperaturas diurnas sofocantes. Los inviernos cuentan con buenas ofertas en hoteles, pero el clima sigue siendo voluble: un día puede ser soleado y bastante cálido, mientras que el siguiente puede ser lluvioso y frío. Hay nevadas también.
¿Cómo ir a Jerusalén con un presupuesto básico ?
Los precios de Jerusalén se disparan durante las principales festividades judías, especialmente la Pascua (marzo o abril), Sukkot (septiembre u octubre) y las Fiestas Mayores (otoño). Encontrarás mejores ofertas si evitas estos días festivos.
Los hoteles en Jerusalén Oeste son más modernos y más caros. Encontrará mejores tarifas dentro de la Ciudad Vieja, pero prepárese para posibles toques de queda nocturnos.
Jerusalén Este también tiene alojamiento accesible, pero trata de quedarte cerca de Damasco o la Puerta de Herodes por conveniencia, ya que el lado árabe pudiera ser peligroso, sobre todo de noche.
Jerusalén tiene una buena cantidad de restaurantes elegantes, pero puede ahorrar algunos shekels confiando en los carritos de comida y los mercados para una buena comida.
Los vendedores de toda la ciudad venden de todo, desde bagels hasta falafel a un precio razonable, mientras que el mercado de Mahane Yehuda en el oeste de Jerusalén es un lugar ideal para comprar productos frescos.
Muchos residentes de Jerusalén todavía siguen fervientemente las pautas enumeradas en su religion. Serás testigo de algunas de estas costumbres durante tu visita.
Por ejemplo, los judíos y los musulmanes no comen cerdo, por lo tanto, si tiene antojo de jamón y queso, no tendrás suerte, hasta te diría que evites pedirlo para no encontrarte con alguien de mal humor,.
