Hay tanto a lo que prestar atención en Colombia que quizás una vida no alcance para saber al dedillo sobre todos sus encantos, enormes ciudades, pueblos de ensueño y ecosistema único. Sin embargo, uno de sus mayores atrayentes son los significativos tesoros arqueológicos que narran sobre las culturas que residieron en la zona años atrás.
Actualmente, en Colombia existen alrededor de 102 grupos indígenas, y muchos de sus ancestros son los responsables de las huellas arqueológicas presentes en varios puntos del país, los cuales son hoy substanciales atractivos turísticos.
Si eres amante de la arqueología tienes que visitar Colombia y conocerla a través de este viaje por cuatro de sus más distinguidos parques arqueológicos.

La Ciudad Perdida
La Ciudad Perdida es considerada una de las maravillas del mundo de la arqueología. Tan arcaico es este «Machu Picchu» colombiano que el gobierno lo localizó recién 14 siglos más tarde de que la tribu Tairona lo estableciera.
Se localiza en la Sierra Nevada de Santa Marta, la formación montañosa costera con mayor altura en el mundo.
Para acceder a la Ciudad Perdida, primero tienes que llegar a la Sierra Nevada de Santa Marta, y puedes hacerlo de dos formas: Si estás en Bogotá, puedes coger un vuelo hasta Santa Marta y de allí un transporte privado o público hasta la sierra. La otra manera es por vía terrestre, vía Honda o Bucaramanga hasta Santa Marta.
Una vez allí, la única forma de acceder a la Ciudad Perdida es por medio de alguna de las agencias acreditadas para ingresar y efectuar el recorrido, ya que no es una zona libre tránsito.

San Agustín, el cementerio más grande del mundo
Este parque arqueológico está situado en el departamento del Huila, a 33 km de la localidad de Pitalito y a 220 km de Neiva, la capital de departamento. Se piensa que es la necrópolis más grande del mundo y pertenece a los Patrimonios de la Humanidad declarados por la UNESCO.
La mayoría de las figuras con rasgos humanos y animales están al aire libre, así como otras piezas arqueológicas que están ligadas a la funcionalidad del sitio, se sabe que algunas culturas americanas sepultaban allí a sus muertos.
Si estás en Bogotá, puedes coger un transporte que te lleve directo, aunque tienes que estar preparando para un trayecto de diez horas aproximadamente.

Monquirá, el infiernito
Ubicado a 6 km al occidente del municipio Villa de Leyva está esta auténtica joya arqueológica y una de las ruinas indígenas más importantes del país. Para llegar debes tomar la vía que lleva hacia el museo El Fósil.
“El infiernito” fue uno de los focos de adoración de los muiscas, de allí el pensamiento de que en la zona fluía una “energía diabólica”. Allí hay como 30 monolitos que datan de 2.200 años de antigüedad, y se cree que su ubicación tiene relación con la posición del Sol en épocas específicas año.

Tierradentro
Ésta es una reserva arqueológica señalada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995. Para llegar a ella tienes que arribar a Popayán y de allí coger un transporte público o privado hasta Inzá, donde está el parque. También, no debes olvidar que es necesario pagar entrada.
En Tierradentro podrás estar al tanto de los hipogeos o tumbas colectivas subterráneas de hasta 9 metros de profundidad, con escaleras de bajada a cámaras fúnebres adornadas con diseños antropomorfos y geométricos.